sábado, 12 de mayo de 2018

"QUESO" EN CREMA TIPO PHILADELPHIA

Para untar, usar junto al "salmón ahumado" o con un poco de mermelada, todo depende del aliño y de cómo os guste. Vamos allá:



Colocamos dos yogures de soja sin endulzar, en un colador de tela tipo el que veis en la foto. 

Lo ponemos a escurrir en un recipiente hondo... yo uso el vaso de la batidora, así el yogurt irá escurriendo e irá soltando el "suero", dejando sólo la parte más sólida en la muselina, y lo dejamos reposar toda la noche en la nevera.

(no tiréis el suero, tiene muchísimos probióticos, y mezclado en zumos, batidos, etc, es una forma sana y estupenda de regenerar vuestra flora intestinal).

Echamos lo obtenido en un bol, y agregamos sal al gusto, dos cucharadas de levadura nutricional , una cucharadita de ajo en polvo. A mi me gusta agregar una cucharadita de ajo en polvo,una de cebolla en polvo, y cebollino o eneldo, pero también podéis echarle tomate seco triturado, finas hierbas, hierbas provenzales, para ir cambiando sabores y texturas.


ZANAHORIAS AHUMADAS... TIPO SALMÓN AHUMADO

Una de las cosas que más me costó dejar fué el pescado, sobre todo el salmón. Pero mi conciencia debió de ir actuando en mi organismo porque las últimas veces me caía super pesado, a si que fué bastante rápido.
Hace un tiempo encontré ésta receta de mamaukelele y me animé a hacerla, y volver a retomar el sabor ahumadito en una tostada de pan y "queso fresco" no tiene precio. Vamos allá.

Ponemos en una fuente de horno sal de ahumar, zanahorias (que sean grandes, que si lo hacéis con zanahorias pequeñas, al menguar porque pierden agua, se quedan en nada), y lo tapamos con más sal de ahumar hasta que quedan cubiertas, y las metemos al horno a 180ºC una hora y media. Yo hago bastantes, a si que todo depende de lo que queráis y del tamaño de vuestra fuente.

Mientras, preparamos el amarinado: mezclamos dos cucharadas de miso, dos cucharadas de salsa de soja, una cucharadita de azúcar, una de pimentón dulce y una de ajo en polvo, una cucharada de humo líquido, una de vinagre de manzana y dos tazas de agua. Cortamos una lámina de alga nori en trocitos muy pequeños y la colocamos en un recipiente junto con las zanahorias ya horneadas, sacudidas de su lecho de sal, y frías, cortadas en lonchas muy finas con un cuchillo o una mandolina. Agregamos el marinado y lo dejamos tapado en la nevera mínimo dos días. (así en petite comité, os voy a contar que a veces no espero ni dos días, y según están las zanahorias laminadas, como saben ricas a humo y sal, me pongo dos trocitos en una tostada antes de esperar al marinado... que me puede el ansia!!)
¡¡Y listo para merendar!!  



domingo, 6 de mayo de 2018

"EMBUTIDO" DE SETAS

Como hacer mortadela ya me aburre, y los embutidos veganos son super caros, pues innovo y cambio. Tan sólo he cambiado un pelín la receta de la mortadela:

Ponemos a hidratar unos 6 shiitakes secos en un cuenquito con agua tibia hasta que quedan tiernos, tarda un rato, a si que tomaroslo con paciencia.

En el vaso de la batidora ponemos  200 gr de anacardos crudos (yo los compro en el Mercadona), , una cucharadita de sal, media cucharadita de pimienta negra, dos cucharaditas de ajo en polvo, dos de cebolla en polvo y una cucharada y media de hierbas provenzales. Los shiitakes hidratados y escurridos (NO tiréis el agua de los shiitakes), un poco de trufa negra (que es cara, como siempre, a si que si no le echais, porque no siempre se tiene, pues tampoco pasa nada), un chorrito de vino de oporto, o vino dulce y una cucharada de miso 2 cucharadas de limón, y 3 cucharaditas de concentrado de tomate, salsa barbacoa o ketchup, lo que os venga más a mano.
20 gr de levadura de cerveza y unos 15 de levadura nutricional... esto le da un aporte proteico que lo flipas, junto con el aporte proteico de los anacardos.

Aparte en un cacito, ponemos 600 mL de agua (en el que juntamos el agua de hidratar los anacardos, que sabe y huele muy bien) y tres cucharadas de agar agar en polvo (veamos, esto es muy importante, porque yo pensé: tengo en tiras, lo paso por la picadora y listo... y no!! me salió una maravillosa crema de mortadela y no cuajó, a si que insisto en que tiene que ser agar agar en polvo, no en copos ni en tiras....), y cuando el agar agar se ha disuelto, lo agregáis al vaso de la batidora con todos los ingredientes. Batimos hasta que se forme una pasta. Rectificamos de sal.

Pues ahora sin sacar la mezcla de la batidora, o pasándola a vasos de tubo para que salgan más pequeños,  lo dejamos enfriar unas 3 horas en la nevera para darle forma, desmoldar (con la punta de un cuchillo se despega lo poco que se haya podido pegar a los bordes) y listo!!! Realmente rica y con muy buena textura.

Y ya sabéis, podéis experimentar y agregarle tomate seco picado, pimientos, otras setas... en la variedad está el gusto!!


El agar agar es carete... sale como a 12 euros unos 200 gr, pero teniendo en cuenta que solo usamos 3 cucharadas cunde muchísimo, y a cuenta sale como 1 euro cada vez que hacemos ésto. Los anacardos unos 3 euros, y después lo demás, pues apenas sube nada, a si que por 4.5 euros tenemos un bloque de casi 1 kg de embutido (900 gr ha pesado la mía), a si que está bastante bien la relación calidad/precio: el aporte proteínico es superior a los 40 gr de proteinas/100 gr (triplica el aporte proteínico de la mortadela de origen animal), sin hormonas, sin grasas saturadas, sin antibióticos, y lo que es más importante: sin crueldad animal.




TORTILLA DE PATATA

Teniendo en cuenta que las primeras tortillas de patatas no se hacían con huevo, si no con harina y patata en un intento de que la gente pobre no se muriera de hambre, tampoco es que hayamos inventado la pólvora.... Tan sólo hemos vuelto a los orígenes de ésta receta y hemos incorporado alguna cosa para que se parezca un poco más a su secuela con huevo, por si alguien lo echaba de menos.

Advertimos que es la fiesta del carbohidrato, por lo que lo desaconsejamos tomar para cenar... eso sí, si alguien se siente profundamente gordivegano, avanti, que total, de perdidos al río. La harina de garbanzo te aporta unos 22 gr de proteina por 100 gramos, con lo que unido a la harina de maiz (cereal y legumbre, la combinación mágica), podemos tener completa la cadena de aminoácido; a si que no está ni tan mal. Yo recomiendo unir éste plato a una ración de verdurita, y tenemos plato completo y sano. Y rico.

He estado un tiempito cambiando combinaciones, porque la harina de garbanzo no me acaba de gustar demasiado, y al fin he dado con la mezcla ideal, vamos allá:


Pelamos las patatas y las cebollas y las freimos en abundante aceite (ésto es algo que yo NUNCA hago, primero porque no suelo comer cosas fritas, segundo porque a Emilio le sientan fatal, tercero, porque es caro usar tanto aceite; lo que hago es cortarlas finas y ponerlas en un bol de cristal, las tapo con la tapa del microondas, y las meto unos 15-20' en el micro a potencia máxima, con un chorrito de aceite de oliva. A media cocción lo saco y le doy un par de vueltas, y vuelta al micro hasta que se acaban de hacer.

Una vez cocidas o fritas, preparamos la mezcla: En otro bol ponemos 1/3 de taza de harina de garbanzos, 1/3 de taza de harina Yolanda (o cualquiera de otra marca para rebozar sin huevo), y 1/3 de taza de maicena. Le echamos agua hasta que se hace una masa ligerita (con la misma consistencia que si batieramos huevos), y agregamos cúrcuma o colorante amarillo para darle un color amarillito, un chorro de vinagre de manzana que corta mucho el sabor a garbanzo, y un poco de sal Kala Malak (ésta sal es la Sal Negra del Himalaya, y es especial, porque en su composición aparte de cloruro sódico, tiene compuestos sulfurosos, lo que le da ese característico sabor a huevo). No mucho, porque luevo volveremos a salar.

Lo mezclamos con la patata y la cebolla, y lo echamos en sartén, previamente calentada con un poquito de aceite. ¿El truco?, una sartén buena que sólo utilicéis para tortillas, y fuego fuerte al principio, y después tapáis la tortilla y bajáis el fuego al mínimo, dejándola así unos 8 minutos para que vaya cuajando. Vuelta con cuidadito, y lo mismo: fuego fuerte al principio y después con la sartén tapada y el fuego al mínimo otros 8 minutos. Repetís hasta que se quede doradita y cuajadita ajustando fuegos y tiempos.

Emplatáis y espolvoreáis con un poco más de sal kala malak por encima, y dejáis reposar. Está más rica de un día para otro. Como siempre.