domingo, 25 de marzo de 2018

MOUSSAKA

Pues mira que es fácil y lo bien que queda siempre... Hay diversas formas de preparla, pero yo desde que volví de Grecia allá por el 2001, siempre la he hecho así, y queda rica...vamos que nadie se me ha quejado.

Lo primero, por supuesto, es cortar un par de berengenas en rodajas, y ponerlas en una fuente de horno con un chorrito de aceite de oliva, y meterlas al horno hasta que se hagan. Hay quien las fríe, pero queda todo muy aceitoso y a mi no me gusta.

A veces, cuando pedía moussaka en Grecia, me la servían con la primera capa de patata y lo demás de berengena. A veces no... a si que para seguir la costumbre, a veces la hago con patata y a veces no. Vosotros elegid. Si la queréis con patata, pues cortad un par de patatas grandes, las salpimentáis, la echáis un chorrito de aceite y al horno también hasta que se hagan.

Mientras se hace ésto, vamos con el relleno: Cortamos una cebolla en daditos, un par de zanahorias y champiñones, pimiento rojo, pimiento verde y un par de ajos, y lo ponemos todo a pochar en una sartén a fuego medio. Cuando todo está hecho, agregamos tomate triturado (o si tenéis pisto congelado, podéis pasar de echar cebollita, pimiento rojo y verde y el tomate y echarlo directamente... ya sabéis que cuando hago pisto, hago para un regimiento y congelo, y así lo tengo listo para un montón de cosas), echamos una cucharadita de azúcar, sal, romero, tomillo y/ ajedrea. Echamos soja texturizada fina, un chorrito de salsa de soja, una copita de vino (yo uso tinto, pero blanco también queda bien) y dejamos que haga chup chup hasta que la soja absorbe el caldito y queda tierna, y las verduritas quedan tiernas y ricas.

Una vez hecho ésto, cogemos una fuente para horno, y ponemos, si queremos la capa de patata, y si no, una capa de berengena, una capa de "carne" con tomate, una capa de berengena, otra capa de "carne" y así hasta llenar aproximadamente el 90% de la fuente. El 10% restante es para la bechamel (que no creo que haga falta poner receta, pero bueno, ahí va: dos cucharadas de margarina, unas 4/5 cucharadas de harina de trigo, y cuando está todo integrado, echamos leche de soja sin edulcorar hasta que se hace una bechamel más bien espesita. salpimentamos y echamos un poco de nuez moscada).

Lo metemos en el horno con "parmesano" rallado por encima unos 40' a unos 180ºC, y subimos la fuente para gratinar al final, y apagamos cuando esté bonito. Desmoldamos y a la mesa!!







sábado, 24 de marzo de 2018

CALLOS A LA MADRILEÑA CON YUBA

Seguimos veganizando recetas tradicionales, ésta vez le toca a un clásico de la gastronomía madrileña, sustituyendo las vísceras de cordero por YUBA, que es la nata secada de la leche de soja. La podéis encontrar en supermercados chinos y es realmente barata. Para ésta receta, recomiendo la yuba en bastones. Aquí tenéis la misma receta de "callos" con setas, que es muy, muy rica también, pero menos proteica.
Vamos allá:



El día anterior dejamos en remojo unos garbanzos....o si no sois tan previsores (cosa que me pasa a mí a menudo), descongelais una tanda que tengáis hecha, o los comprais cocidos de bote. Yo es que me pongo a hervir legumbres como si no hubiera mañana, y luego las congelo en tuppers, para usarlos como base para doscientos platos... así ahorro tiempo y energía.

Ponéis a hervir los garbanzos con la yuba cortada en trozos (es muy frágil, y se rompe muy bien con las manos), que tardan mogollón, si habeis elegido la opción de comenzar de 0 (ya que te has puesto a hervir garbanzos, haz mogollón, y congelas lo que sobren, y por cierto: agrégales alga Kombu y comino y reduciremos en lo posible los gases que puedan ocasionar).Super importante: cazuela de barro, que si no tenéis no pasa nada, pero a mi me encanta cómo saben los guisos en cazuela de barro. 

Rehogamos una cebolla en aceite de oliva, un par de ajitos laminados y un tomate rallado, y cuando esté transparente, agregamos el "chorizo", si queréis "norcillas" (con cuidado que no se rompan) y rehogamos todo junto otros 10 minutitos o hasta que estén hechas. Después, añadimos una cucharadita de harina de maiz (maicena de toda la vida) y dos de pimentón de la Vera. Añadimos caldo de verduras (o agua y una pastilla de caldo vegetal) hasta cubrirlos, cortamos la yuba en trozos pequeños, y los añadimos junto a los garbanzos cocidos,  lo dejamos hacer chup chup a fuego lento con una hojita de laurel media horita, y listo!!!!

Muy, pero que muy ricos, para el frio que al fin, viene:

YUBA O "NO POLLO / NO COSTILLAS"

Llevaba bastante tiempo queriendo trastear con ésta receta...  y tras un par de intentos fallidos, al final ha salido una cosa rica, proteica y super sabrosa. Iré perfeccionando la técnica para que la textura me quede mucho más compacta pero estoy realmente contenta. Aquí la veis con calabaza al horno y quinoa con guisantes... como siempre tratad que vuestras comidas tengan proteina, carbohidrato y verdura.


Primero aclarar que la Yuba es la nata de la leche de soja, sacada con un palito y puesta a secar... un proceso que es bastante fácil, pero laborioso, y por 2 euros y algo que cuesta ya la Yuba en un supermercado chino, creo que voy a pasar de ponerme a hervir leche en un cazo y llenar la cocina de palitos con nata de soja a secar, aún a riesgo de quitarle diversión a mis gatos.

Veamos, en un supermercado chino, podéis encontrar la yuba en tres formatos... yuba en bastones, que la uso para hacer unos callos veganos super ricos (receta pinchando en el enlace), o cualquier guiso con legumbres, puesto que es más seca y requiere mucha más cocción. Yuba en lacitos, que he visto que la gente hace pinchos y demás, pero yo no la he usado nunca, y no os puedo decir... y láminas de yuba tierna. Bien, pues ésta es la que vamos a usar. Os pongo la foto de los envases tanto de la de bastones, como de la de lámina:
láminas de yuba
bastones de Yuba
 Bien, pues remojamos las láminas de yuba (unos 250 gr) en agua hirviendo mezclada con un chorro potente de vinagre blanco, una cucharadita de sal y dos cucharaditas de azúcar,  hasta que han quedado totalmente hidratadas, y las escurrimos, apretando para quitar el exceso de agua. en el colador, con la yuba, agregamos 5 cucharadas de maicena, 1 cucharada de cebolla en polvo, 1 cucharada de sazonador de pollo (yo compro las especias ya mezcladas en cualquier supermercado), y lo mezclamos todo muy bien ayudándonos con las manos.

Pasamos la yuba impregnada a un paño de algodón super limpio y con la ayuda de un cordel, vamos haciendo un paquetito muy apretado para que las láminas de yuba se compacten lo más posible. Al final queda una especie de momia, que pondremos en un cazo con agua a hervir unos 50'.

Cuando está hervida, la sacamos de la olla y esperamos a que se enfríe. Una vez fría, desenrrollamos y cortamos en pedazos de tamaño medio, ponemos en un cuenco 1/4 de taza de aceite de oliva, un sobrecito de sazonador (veamos, yo en la receta de la foto, eché un sobre de sazonador sabor barbacoa, y me quedó un sabor muy parecido al de las costillas... pero si lo ponéis con sazonador de pollo asado, os quedará un sabor más parecido a ese... o a las finas hierbas... probad y experimentad. Uso los sobres esos que te vienen para usarlos en el horno... aunque si encuentro otros sazonadores, me pasaré, porque vienen con una bolsa de plástico que no uso nunca y que tirarlas porque no las uso me da ascopena), lo removemos para que se impregne todo y lo guardamos en la nevera una noche.

Una vez marinado con lo que queramos, lo pasamos por la plancha sin aceite, para que se haga con el aceite del marinado. Las láminas tienden a separarse un poco y si se churruscan un poco da impresión porque se parece a la piel del pollo churruscada, pero está realmente bueno, la verdad. Así de fácil: lo tenéis ya listo para usar en cualquier receta que queráis: como acompañamiento, en un arroz, en brochetas, etc.

Teniendo en cuenta que tiene un aporte proteico de 50gr/100 gr y sólo 180 calorias/100 gr, es una alternativa estupenda a cualquier producto animal.